SEXO Y PAISAJE

LE DÉJÈUNER SÛR L´HERBE

Si las pinturas del año 1986 comenzaban con un sueño erótico en el Templete del parque, también el posterior estudio del Jardín bosquiano, desde 1993, establece una continuidad con este tema, ya que todas sus interpretaciones oficiales coinciden en su carácter sensual o erótico, tanto en sus personajes como en el escenario o paisaje. Si bien con un trasfondo moral, por lo que autores como Fischer lo interpretan como un regalo de bodas, aluden a esa naturaleza sexualizada que caracteriza toda la composición, junto a las esferas, que simbolizan los mundos personales, microcosmos donde la pareja representa la fuente de la vida. Estos son los orígenes de la serie sobre sexo y paisaje, los que nos llevan al estudio del Déjèuner Sùr l'Herbe de Manet, una obra novecentista con precedentes en Giorgione o Raimondi, una obra que supuso un escándalo en su época, pero que se celebró después en numerosas versiones, primero de Monet y luego de Cezanne, Ernst o el propio Picasso. Y desde el estudio del Jardín a éste, catalizado igualmente por la madera -esta vez por su imagen- como "medium", el proceso ha dejado piezas sueltas por el camino. Piezas como Saúco, de 1994, Tacirupecajarro, de 2003, Paisaje de Benidorm, de 2007, o posteriormente Le Déjèuner de la serie Los Pinares del Júcar, de 2008. Igualmente proyectos de piezas, dibujos o, más recientemente, un trabajo de las llamadas "geografías de la prostitución", tema específico de la "geografía sexual", como la serie del Alto de la Villa, del 2022, un recorrido por los bares de alterne que utilizaron para justificar la destrucción de ese barrio, origen de la ciudad.