LAS TENTACIONES DE SAN ANTONIO

BODEGÓN DE LOS ELIXIRES

Este proyecto, relacionado con el libro de Hoffmann "Los elixires del Diablo" de 1815, reúne en un bodegón, pintado en un tablero de mesa de comedor, los recipientes que contenían los elixires mágicos, que como es sabido le ofreció el Diablo al santo, en su exilio del desierto, para tentarlo al pecado. Y si en el relato de Hoffmann un monje prueba uno de ellos, que se conservaba como reliquia en un monasterio, en la versión bosquiana de Lisboa se esconden estos recipientes en el cuadro, algunos alrededor del Diablo, que aparece con sombrero de copa como un prestidigitador, bajo el santo que reza fervoroso. Las diversas criaturas monstruosas que pueblan el escenario podrían ser consecuencia de estas substancias, que en parte explicaría la obra del Bosco, y ese mismo escenario podría participar del motivo, organizándolo como un bodegón, o un paisaje romántico con ruinas, como en el Jardín.

D. Pronton